Cuando viajas a otros países
siempre supone la aceptación de las normas del mismo y entre ellas está el
asumir que los alimentos que se tomarán durante esos días o semanas serán, en
la mayoría de los casos, muy diferentes a los que tu paladar y gustos están
acostumbrados.
Pocas veces se tiene la
oportunidad de probar la gastronomía local en estado puro, aunque en mi caso,
la visita a alguno de los restaurantes de la zona y a los mercados forma parte
esencial y necesaria del viaje, de no ser así siento que me falta algo, que lo
que he hecho está incompleto.
En esta ocasión, haré un artículo
muy corto y sencillo ya que por mucho que quiera exprimir no encuentro de dónde
sacar.
La mayoría de las ocasiones, por
razones de logística, comimos y cenamos en los hoteles en donde nos alojábamos,
y por mucho que quisiésemos no había más opciones ya que el pueblo o
restaurante más próximo se encontraba a más de 200 kms.
Evidentemente, y como suele
suceder, en los hoteles, la comida se suele adaptar al gusto occidental pero
aún así he logrado probar bastantes alimentos diferentes.
Las carnes que para nosotros
resultan tan exóticas y diferentes, en Namibia son de lo más común y forman
parte habitual de la dieta diaria.
Cuando oímos palabras como Oryx, impala, springbox, ñú, kudú… inmediatamente pensamos en esos magníficos animales que pueblan la sabana, pues bien, en Namibia se comen a diario, los probé todos casi siempre cocinados a la plancha y todos, sin excepción estaban buenos, aunque mis favoritos fueron el oryx y el kudú, su carne más tierna me recordaba a un buen solomillo de ternera. Los acompañamientos de las carnes eran las típicas patatas fritas y algunas verduras, que son importadas en su mayoría de Angola o Sudáfrica ya que aquí el cultivo debido a la escasez de lluvias es más bien escaso.
Seguro que muchos de vosotros
habréis oído sobre la costa de Namibia y los barcos que allí van a pescar,
pues bien, a excepción de la zona de
costa que visitamos, en el resto del país apenas vimos pescado, no sé muy bien
a qué será debido, supongo que el transporte…. En Swakopmund y Wavis Bay se
puede comer un extraordinario pescado y marisco en cualquiera de los muchos
restaurantes que hay, de hecho así lo hicimos escogiendo la pieza en el
expositor que luego cocinan a tu gusto.
Las ostras merecen un capítulo
aparte, se pueden comer crudas o cocinadas, he de decir que en mi caso al no
gustarme crudas no llegué a probarlas pero el aspecto era muy bueno y algunos
compañeros de viaje que si lo hicieron comentaban lo buenas que estaban, las
aguas del país son muy frías, tanto que las enormes playas no están explotadas
ya que la temperatura del agua no permite el baño, supongo que ello contribuye
a que el pescado sea tan bueno.
No tuve ocasión de visitar muchos
mercados, pero si me acerqué a Catatuna, uno de los barrios más importantes de
Winhoek, la capital de Namibia, allí no sólo se va a comprar, también se puede
comer carne recién hecha en alguna de las muchas “barbacoas” que hay, en ellas
se cocina todo tipo de carne y corte, los clientes aliñan su carne al gusto con diferentes especias y sales.
Con respecto a la bebida, la
mayoría de las veces me incliné por la cerveza, Windhoek es la marca más conocida
y comercializada, su nombre es el mismo que el de la capital del país. En
algunas ocasiones tomamos vino, siempre de origen sudafricano, merlot,
cavernet, pinotage, buenos caldos blancos, tintos y rosados para maridar una
buena comida.
¿Y mis queridas setas?, desgraciadamente, excepto los champiñones en los bufés de los hoteles, poco más pude ver, aunque seguro que hay y para muestra un botón muy grande.
África es uno de esos continentes
a los que deseo regresar una y otra vez, independientemente de su gastronomía
posee tantos encantos que te hacen sentir especial... los cielos, la vegetación,
los animales, las gentes que habitan estas tierras y las espectaculares puestas
de sol que trasmiten calma y paz interior son motivos más que suficientes.
Imprimir artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantará saber tu opinión.
Gracias por tu tiempo.