Una vez más he recurrido a mi buen amigo José Galiana para ofreceros una
receta que cuando vi en su muro de facebook me fascinó, en ese mismo momento se
la pedí prestada para compartir con vosotros, su respuesta fue inmediata.
En su anterior colaboración “Tarta de frutas variadas y Cantharellus cibarius confitados” os hablé sobre quién es y a qué se dedica, a todo ello quiero añadir que ahora también colabora en la revista “Cesta y Setas”, de hecho, últimamente compartimos la sección de gastronomía, lo cual me alegra y enorgullece.
Seguro que esta receta os gustará tanto como a mí y será un aliciente para buscar esta seta y poder degustarla.
Una sopa realmente fácil de hacer, con pocos ingredientes, y una vez
en el plato, puede sorprendernos gratamente.
Animaros a cocinar, pues con este tipo de recetas tan sencillas, os
aseguro que esta concretamente, es un manjar para nuestro paladar, y quedareis
bien con familia y amigos.
Ingredientes para 6 comensales:
- Un litro de caldo de verduras
- Cuatro cebollas tiernas grandotas
- Ajos secos
- Una hogaza de pan de pueblo pequeña, dejaremos secar unos días
- 200g Orejas de judas (Auricularia auricula-judae)
- Mantequilla
- Aceite virgen de oliva de nuestra tierra
- Sal
Elaboración:
Una vez seca la hogaza de pan, la cortaremos en cuadraditos de unos
dos centímetros, un tercio de estos daditos, los freiremos en abundante aceite
virgen de oliva, sin que se quemen, y haremos unos tostones, los pondremos
sobre un papel de cocina para que absorba el aceite sobrante, reservaremos.
Picaremos las cebollas y un par de dientes de ajo, y las pondremos en
una sartén amplia con el aceite de oliva y la mantequilla, freiremos.
Añadiremos el pan en dados, y dejaremos unos minutos más en el fuego.
A continuación, en una olla, pondremos el caldo de verduras y el
contenido de la sartén, herviremos 20 minutos, pondremos en este momento la
sal.
Sacaremos del fuego, y pasaremos por el Túrmix.
Cortaremos las orejas de judas en tiras finas, es necesario que no
tengan restos de agua, pues suelen saltar en el fuego, y existe el riesgo de
quemarnos. Las colocaremos en una sartén con aceite de oliva virgen extra, y
tres dientes de ajo picado muy fino, y un poco de sal, freiremos un par de
minutos, sin que se quemen los ajos.
Añadiremos las orejas fritas a la sopa, y ya está lista para servir.
Solo nos queda emplatar y servir con unos tostones de pan frito.
Saludos micogastronómicos de José Antonio.
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Qué crema tan riquísima.
ResponderEliminarY, como este año tenemos una primavera tan rara, siguen apeteciendo muchísimo las sopitas y los "cuchareos".
Un besote.
Otra seta que no he comido ni visto nunca a no ser en el libro de setas que tengo ,seguro que en esa crema estan para xuparse los dedos.
ResponderEliminarComo siempre es un placer venir a vistarte .
Bicos mil y feliz domingo wapisimaaaaa.
Se puede adaptar a la perfección para Auricularia delicata. <3
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