Sopa de senderuelas (Marasmius oreades)

El gran Brillat-Savarin dijo: “La sopa es el primer consuelo del estómago vacío”. Si a una común sopa añadimos las aromáticas fragancias de las setas, no sólo llegará a ser consuelo del estómago sino también del ánimo.

Y que mejor para los fríos días de invierno que se empeñan en no abandonarnos que una sabrosa y reconfortante sopa elaborada con setas.

Ingredientes:

·        Senderuelas frescas o secas

·        Caldo de carne

·        Cebolla

·        Aceite de oliva

·        Ajo

·        Sal

Elaboración

Hacemos un caldo de carne usando un hueso de jamón previamente desalado o una carcasa de pollo.

Si las senderuelas son frescas, las lavamos bien, si son secas las rehidratamos en un recipiente con agua.

Mientras se cocina el caldo, en una cazuela ponemos un chorro de aceite de oliva, picamos la cebolla y el ajo muy finamente, una vez cocinadas agregamos las setas que irán soltando su agua, las dejamos cocinar ligeramente. Añadimos el caldo y dejamos que se cocine durante al menos cinco minutos. Servimos bien caliente.



Fotografía: Pedro Luis



De nuevo hablamos de esta esplendida seta,  algunas veces olvidada por los recolectores debido a su tamaño, su recolección no es apta para aquellos que padezcan dolores de espalda.  Su sabor se potencia después de secada, con lo cual podremos disfrutarla durante todo el año. Se adapta a todo tipo de preparaciones y resulta exquisita en sopas y potajes.



Fotrografía: Isidro Frutos



Seguro que más adelante seguiremos hablando de esta pequeña joya que la naturaleza nos brinda. De momento os dejo dos fotografías de dos buenos y queridos amigos, ambas didácticas y ejemplificadoras de los cambios de esta seta.