Mientras escucho las dulces melodías de Richard Clayderman, y algun@s entenderán muy bien el porqué de esta música, estoy escribiendo una nueva y especial entrada para mi blog.
Un blog que tiene muy poco tiempo de vida pero que mantengo con la misma ilusión que el primer día. Nació pensado por y para la cocina micológica pero a día de hoy he decidido compartir momentos y situaciones que considero personales.
Hoy, 6 de enero del 2011, día de Reyes, quisiera regalar a todos los que os pasáis por este sitio algo especial, pero sinceramente, no encuentro nada que me llene totalmente, por ello he decidido compartir con vosotros un regalo que me han hecho hace unos días, un regalo que valoro mucho, un regalo que esperaba pero que no sabía desde donde llegaría, un regalo que me ha hecho ilusión, un regalo que me ha hecho feliz, y es que no siempre lo más caro, ni lo más sofisticado, ni lo más lujoso nos produce la misma satisfacción que los regalos que yo he dado por llamar “regalos de corazón”, regalos que no son ni más ni menos que esos regalos que se hacen por y para, regalos exclusivos, regalos personales, regalos que no cuestan dinero pero que son mucho más valiosos.
Espero que a mi amigo no le importe que comparta con vosotros su regalo, pero me ha gustado tanto, tanto………
Deseo que todos hayáis recibido muchos regalos en este mágico día y sobre todo espero que hayáis recibido muchos “regalos de corazón”.
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