Algunos de vosotros recordaréis cuando erais pequeños y durante los paseos por el monte o los prados unas molestas hierbas nos rozaban y llenaban nuestra piel de unos horribles granos que picaban tanto que no podíamos dejar de rascarnos, todo ello a pesar de las advertencias de nuestros mayores.
Como ya habréis adivinado estoy hablando de las ortigas (Urtica dioica)
Hace algún tiempo, paseando por la feria del libro de mi ciudad, descubrí un pequeño libro titulado “45 recetas con ortigas” de Martín Álvarez, evidentemente no pude resistir la tentación y lo compré. Cierto es que pronto cayó en el olvido, hasta este verano en que lo he rescatado y me he decidido a “tunear” alguna de sus recetas.
Vencida la reticencia inicial, enguantada y tijeras en mano me dispuse a buscar las ortigas más bonitas, los brotes más recientes y sanos que pude encontrar. El siguiente paso fue escaldarlas y posteriormente refrescarlas en agua con hielo, de esta forma mantienen un hermoso color verde y quedan listas para elaborar la receta que deseemos.
Como primer experimento con esta nueva planta, me decidí a cocinar un revuelto con Boletus. Para ser sincera, el primer bocado me costó un poco introducirlo en la boca, masticarlo y paladearlo, pensé que aquello no me gustaría, pero me equivoqué, un sabor ligero y suave que junto a los aromáticos y sabrosos Boletus hicieron de esta primera vez un grato encuentro, tanto que me he reconciliado con ellas y les he perdonado todas las ronchas y granos que me han producido a lo largo de mi vida.
Ingredientes:
· Hojas de ortigas, mejor los brotes tiernos.
· Boletus
· Huevos
· Sal
· Ajo
· Aceite de oliva
· Unas rebanadas de pan tostado
Elaboración:
Una vez escaldadas las ortigas, dejaremos que escurran bien el agua.
Limpiamos bien los Boletus, los cortamos en trocitos y junto con el ajo cocinamos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
A continuación agregamos los huevos ligeramente batidos, salamos al gusto, cocinamos a fuego bajo y servimos bien caliente acompañado de una tostada de pan frito.
En la próxima receta que las utilice os comentaré algo sobre sus propiedades. Permaneced atentos, quedaréis sorprendidos.
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Ais Conchi, tiene una pinta deliciosa si no fuera porque son ortigas...tengo muy mala experiencia de pequeña y les tengo pánico así que para comerlas me tendrian que engañar, jeje.
ResponderEliminarBesos guapa
Si que estoy sorprendido, había escuchado que se podía comer pero hasta ahora no la había visto en receta.
ResponderEliminarAlgún día tengo que probar. Saludos
Tengo que probarlo, haces que las setas sean un bocado único, y yo que antes de conocerte no pasaba de los champiñones.Besos.
ResponderEliminarpues yo no creo que me apetezca nunc probarlas, pero me he acordado que la ortigas, en infusión, son muy recomendables para la circulación
ResponderEliminarBea:
ResponderEliminarTodos o casi todos tenemos esa experiencia, es experiencia de vida, aprendes donde está el peligro y cómo evitarlo. A ver si tienes a alguien cerca y te engaña, jajaja.
José Manuel:
Si tienes oportunidad no dejes de probarlas, a nosotros nos han sorprendido muy gratamente.
Carmela:
Esto es más fácil que las setas, jajajaj. Todos las conocemos y hemos experimentado con ellas.
Charo:
No tengas miedo, lo más difícil es la recolección, te aseguro que no pican nada, nada y tienen un suave y agradable sabor.
Gracias y besossssssss
Tiene una pinta estupenda, pero lo de las ortigas me da un poco de reparo, aunque la idea de probar cosas nuevas me atrae mucho...BESOS...PILAR
ResponderEliminarHace dos semanas fuimos de senderismo y mis hijas sufrieron las consecuencias de ir en pantalón corto a pesar de mis recomendaciones...si lo llego a saber me traigo las ortigas, tienen una pinta deliciosa.
ResponderEliminarBesos
AY las ortigas!! jajaja,tenemos una finca llena, asi que pásate que hay de todo...A mi dan cosilla, creo que como a casi todo el mundo, sobre todo despues que durante una temporada a mi marido se le dio por beberse el agua de la cocción de las ortigas, que era el remedio de todos los males...jajaja no se realmente pero daño no le hizo, solo que yo me cansé de recoger lavar y cocer las ortigas...
ResponderEliminarAhora las remojamos para usar el agua como fertilizante y las ortigas se incorporan al compst.
Tendré que animarme y probarlas, la verdad es que comno tu nos propones se ven estupendas.
Muchas gracias.
Besotes.
justo hace unos días me tomaba un revuelto de este tipo y no te imaginas que bueno estaba, cada vez que te leo, se me cae la baba.
ResponderEliminarun beso enorme
El revuelto te ha quedado con una pinta fantástica, sabes? nunca he probado las ortigas!!
ResponderEliminarbesitos
Pilar:
ResponderEliminarFuera los reparos y a probar, jajaja.
Sory:
Ya sabes, la próxima vez unos guantes, pantalones largos, tijeras y a por ellas. Seguro que tus hijas habrán aprendido algo nuevo con ese paseo.
María:
Dicen que tienen muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo, ya os hablaré sobre eso en otra entrada. Como fertilizante y pesticida, como bien dices, también son muy buenas.
Elena:
A mi si que me cae la baba con tu fortaleza, fuerza y ánimo.
Asj:
Tiene buena pinta y también estaba bueno. Anímate a probarlas.
Besos para todos y gracias por vuestros comentarios.
Madre mia lo que yo daria por un revueltito asi, por aqui es practicamente imposible conseguir boletus y ortigas aun menos, asi que no sabes la envidia que me das, un abrazo
ResponderEliminarSorprendida ya quedo ahora, sabía que se hacían cosillas con las ortigas, ahora ¡Verlas en la mesa.... aunque se ven buenas!!! Más con los malos recuerdos que tengo de ellas, aún ahora cuando paso al lado... me aparto... no sé si me atreveré, pero por supuesto que te seguiré.
ResponderEliminarUn saludo y hasta la vuelta Conchi.
Yo todavía tengo reciente su recuerdo, recogiendo moras me acerqué demasiado...Me gusta probar cosas nuevas, aunque creo que las ortigas me costaría. Aunque el revuelto tiene una pinta buenísima.
ResponderEliminarAcabo de descubrir el blog y me quedo para no perderme nada.
Biquiños.
Usero:
ResponderEliminarPor aquí de setas vamos muy mal, pero ortigas las que quieras, jajajaja.
Marisa:
Malos recuerdos tenemos todos, pero al final yo he logrado olvidarlos, adaptarme y sacarle provecho.
Majes:
Gracias por quedarte, las ortigas también son un descubrimiento para mí, un descubrimiento grato culinariamente hablando.
Besos y gracias
Yo las había comido en revuelto con queso de cabrales y me gustaron, ahora aplicaremos los boletus cuando llueva y salgan de nuevo, muchas gracias por atreverte a experimentar y compartirlo
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