¡Qué
bien se come en casa!
Con
estas breves palabras podría resumir mi experiencia gastronómica en Tanzania
pero esto sería demasiado fácil y
poco “profesional” por mi parte.
En
los años que llevo viajando por nuestro pequeño mundo y ya van unos cuantos
países, cuando regreso siempre digo lo
mismo y por supuesto, en esta ocasión no iba a ser diferente. Y aunque nunca
hago este tipo de viajes para “comer” si
me interesan mucho la gastronomía de los
lugares que visito, en algunas ocasiones
tengo la oportunidad de probarla y en otras simplemente la observo.
Como
bien sabéis persigo las setas allá donde voy y es increíble pero a día de hoy
creo que en casi todos mis viajes he podido satisfacer mi necesidad de verlas
fuera de mi entorno habitual. Este año he cumplido mi deseo por partida doble.
Las he visto en el super y en el campo.
En
la primera parada que hicimos en Arusha para abastecernos de agua y algo más (aquí se puede leer cerveza y una
botellita de vino tinto, las primeras serían una gran fuente de alimentación
durante los días que seguirían), pude
ver que había setas a la venta tanto frescas como secas, de ello deduzco que
son un alimento más o menos común entre algunos de sus habitantes.
Posteriormente
en pleno Serengeti, cuando paramos a comer en uno de los lugares habilitados
para ello pude encontrar algunas
Ganoderma y más tarde en los alrededores de la fértil Arusha me encontré
uno pequeño grupo de Agaricus
(Champiñones), de hecho hice parar a
Max, nuestro guía para comprobarlo, y efectivamente, no estaba equivocada, allí
estaban. Max me comentó que eso de buscar setas era algo muy difícil cuando a
mí lo complicado me parecía conducir un jeep y ver un león entre la espesa
hierba de la sabana, pero así es la vida, creo que cada uno tenemos un chip
interno que nos hace detectar lo que nos
interesa. Pero realmente, ver una seta de no más de cinco centímetros desde el
coche y no ver un león a unos pocos metros de tus narices es algo que ha
empezado a preocuparme. Esto me hace tener la certeza de que muchas más variedades se podrían encontrar, si las hubiese buscado, pero este
no era realmente el objetivo de mi viaje, sólo fue un complemento y alegría
más.
Cuando tienes ante ti un león rugiendo, un grupo de jirafas comiendo, una manada de elefantes bebiendo, los babuinos jugueteando o un precioso leopardo, todo lo demás pasa a un segundo plano.
Aparte
de esto. Qué comentar sobre la gastronomía tanzana, pues bien, en pocas
ocasiones pude comprobar y degustar la verdadera cocina del país, entre otras
cosas porque en la mayoría de las ocasiones, los alimentos que nos sirven a los
turistas están bastante “disfrazados” y adaptados a nuestros gustos. Los tanzanos consideran la
gastronomía una parte absolutamente desdeñable de la actividad turística, si
los “picnic” que te proporcionan para comer durante el safari son lamentables,
la comida del los hoteles, salvo raras excepciones, no es mucho mejor.
Aún así tuve una larga charla con Max sobre
ello, las tediosas distancias entre los
parques lo hacen posible, además pude visitar un mercado local, uno de los de
verdad, no de esos preparados para los visitantes y en los que todo suena a
artificial y preparado. Allí pudimos comprobar que tienen una dieta bastante
variada, elaboran unos bollos dulces de pasta de maíz frita en aceite de
girasol.
Cocinan sabrosos caldos de arroz, sopas, y guisos con aceite de girasol, cacahuete o coco, un buen sofrito de cebolla, tomate y otras verduras acompañan a la carne de vaca o pollo junto con el omnipresente plátano frito.
Cocinan sabrosos caldos de arroz, sopas, y guisos con aceite de girasol, cacahuete o coco, un buen sofrito de cebolla, tomate y otras verduras acompañan a la carne de vaca o pollo junto con el omnipresente plátano frito.
El poco pescado que se ve es
seco, supongo que la zona de costa esto cambia, pero en el interior apenas se consume
en fresco.
La
variedad de frutas y verduras (mango, papaya, piña, caña de azúcar, uvas,
melón, sandía….) es muy abundante y sabrosa, una verdadera delicia para el
paladar.
En
el mercado una amalgama de alimentos,
ropas y animales estaban a la venta. Trozos de pollo y ternera eran asados al
espeto . Guisos de todo tipo que empezaban como debe ser, con un buen sofrito
de cebolla. Enormes tinajas de arroz y maravillosas frutas acompañaban todo
ello, esto me hace suponer que es un pueblo con una gran riqueza gastronómica,
que como siempre, se disfruta de la forma más sencilla posible para garantizar
su sabor y nutrientes.
También
nos encontramos al borde de las carreteras con personas que
vendían maíz asado, un pequeño y rustico fuego era más que suficiente para
elaborarlo y creedme que el sabor y el olor eran deliciosos.
Algo
que llamó mi atención fue la forma en la que nos servían la crema de verduras
en pleno Serengeti, allí nos alojamos en un tend camp, una especie de tiendas
de campaña en plena sabana pero en plan turístico, cama, ducha, baño y todo lo
que pueda necesitarse, por haber hasta había enormes y hermosas jirafas
pastando a escasos metros de la tienda. Pues
bien, las dos noches nos sirvieron la sopita en un recipiente que me
recordó mucho a mi tierra aunque aquí ya está totalmente en desuso y lo tenemos
como objeto de decoración, se trata de un pote de hierro en el cual cocinaban
nuestras abuelas, verdaderamente bonito, y además las cremas estaban muy, muy buenas.
A
pesar de todo ello o quizás gracias a ello es un país maravilloso con una flora
y fauna extraordinaria, con unas gentes amables y sencillas que hacen de este
viaje una experiencia inolvidable. Ojalá pueda repetirlo algún día ya que la
llamada de África siempre vuelve y cuando regresas a casa, la estás sintiendo
de nuevo. En algunos momentos incluso he podido sentirme cual Karen Blixen viviendo
mis propias “Memorias de África”.
Un viaja extraordinario Conchi.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia para estar más cerca de lo que tú has vivido.
Un beso.
Bonita narración de tan esplendido viaje, y... ¡con setas!
ResponderEliminarMe alegro de que hayas disfrutado tanto.
Besines
Precioso viaje, para mi muy aventurero. Pero no deja ser una maravilla ver la naturaleza en vivo y en directo. buen domingo, besos
ResponderEliminarConchi, que poquísima envidia te tengo!! ;)
ResponderEliminarUn biquiño guapa!!!
Lau.
Precioso y muy completo "reportaje" Conchi, me alegro que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarUn saludo
Jose
un reportaje muy bueno y ameno, ahora se mucho más de lo que sabia de esa zona del planeta, muchas grácias!!!
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